Elegir un piso es una de las decisiones más importantes al momento de renovar un espacio, ya que define la base visual y funcional de todo el ambiente. Más allá del color o la textura, el piso debe dialogar con el estilo del hogar y la forma en que se vive cada espacio.
Cuando la elección es coherente, el resultado se siente natural y equilibrado. Cuando no lo es, incluso el mejor mobiliario puede verse fuera de lugar.
Estilo moderno y minimalista
Los espacios modernos suelen priorizar líneas limpias, colores neutros y una sensación de orden visual. En este tipo de ambientes, los pisos de tonos claros o grises suaves ayudan a reforzar la amplitud y la luminosidad.
Una alternativa muy utilizada son los pisos laminados con vetas sutiles y acabado uniforme, ideales para livings y dormitorios de estilo contemporáneo.
Estilo cálido y natural
Los hogares que buscan una sensación acogedora suelen inclinarse por materiales que evocan la madera y la naturaleza. Aquí los tonos cálidos y las texturas visibles aportan cercanía y confort.
En estos casos, los pisos orgánicos funcionan muy bien, ya que combinan estética natural con soluciones actuales pensadas para el uso diario.
Estilo práctico y funcional
En hogares donde la funcionalidad es prioritaria, como casas con niños o mascotas, el piso debe ser fácil de mantener y resistente al uso constante.
Los pisos vinílicos destacan por su versatilidad, su resistencia y la variedad de diseños disponibles.
El toque final importa
Más allá del piso, los detalles marcan la diferencia. Complementar la elección con molduras de madera ayuda a lograr una terminación prolija y coherente en todo el espacio.
Si no estás seguro de qué estilo se adapta mejor a tu hogar, una orientación previa puede ayudarte a tomar una decisión más acertada.